¿Se necesita talento para reclutar talento?
Hoy en día, y desgraciadamente por mucho tiempo todavía, en que la oferta de personas en búsqueda de empleo superará con creces la oferta de puestos de trabajo, las empresas podrán elegir entre una ingente cantidad de candidatos, no el adecuado, si no el más adecuado para cada puesto de trabajo, teniendo como lógica consecuencia un aumento de la competitividad de éstas al contar con el mejor talento del mercado.
Hasta aquí esta teoría parece correcto, pero; ¿quién se encarga de seleccionar el mejor talento para las empresas?
Las pequeñas empresas cada vez más a menudo están derivando esta tarea a consultoras o ETT por dos principales razones:
- se quieren asegurar de contratar el mejor talento a través de profesionales, no como hasta ahora que la mayoría lo hacían ellas mismas, con el riesgo, tanto económico como organizativo, que conlleva una mala selección,
- por falta de tiempo de hacer ellas mismas el reclutamiento y selección pues la selección curricular y la búsqueda de los mejores candidatos es un trabajo más laborioso de lo que muchos creen.
Lo que tenemos que hacer pues, es poner al alcance de las empresas los mejores profesionales en esta área para que las personas que se incorporen a las empresas sean seleccionadas por verdaderos especialistas, lo que desgraciadamente no pasa. Me baso al hacer esta afirmación al comprobar que hay empresas en que se prioriza la cuenta de resultados y no la calidad del servicio que se ofrece. Por ejemplo empresas que utilizan «consultores» sin titulación o cuando se realiza la visita al cliente la lleva a cabo el senior y luego el servicio termina realizándolo un junior con poca experiencia.
Como en tantas otras profesiones, no todo el mundo está «capacitado» para discernir cuál es la persona más adecuada para un puesto de trabajo. Considero que se necesita una capacidad especial para llevar a cabo esta tarea, que se puede desarrollar; o que al estudiar una carrera, psicología, sociología, relaciones laborales …, se pueden adquirir las bases para apoyar esta «capacidad», pero ésta es innata, no se adquiere.
Se habla mucho de retener, seducir, fidelizar, seleccionar talento pero al otro lado del mostrador también tiene que haber alguien con talento, lo que les puedo asegurar, no pasa. Reclutadores que sean personas honestas y amables, que traten a los candidatos con empatía, competencia básica, y como personas, no como un recurso que debe ponerse a disposición de una empresa. Debemos saber los reclutadores que las personas que entrevistamos pasan por una situación delicada, muchas veces extrema, y no podemos jugar con sus emociones.
Los gerentes de las empresas deben tener el apoyo de los mejores profesionales para conseguir unas organizaciones realmente eficientes y competitivas. No confiemos en el supuesto prestigio de empresas o personas para descifrar donde se encuentra el talento. Investiguemos en quien confiamos este servicio para asegurarnos de elegir la mejor empresa que nos lo ofrecerá. Muchas veces la opción más cara no es la mejor, al contrario. Hay verdaderos buenos profesionales, y éstos no están en las grandes consultoras, que se mueven más por la ética profesional de dar un servicio esmerado, que por las ganancias que podrá obtener la consultora o las retribuciones que ellos podrán percibir. Muchas veces son freelances. Se trata de dar satisfacción al cliente, de ofrecer un servicio a la empresa que nos contrata que suponga una mejora en su competitividad, con la futura repercusión que esto puede tener en el futuro crecimiento económico de la organización.
Director de TALENTIA GESTIÓ